Rosalía
Lombardo murió en el año 1920. Su padre decidió momificarla y el doctor Alfredo
Salafia fue quien lo hizo. Años más tarde unos investigadores italianos se
dieron cuenta de que el cuerpo abría y cerraba los ojos. Poco tiempo después,
descubrieron que era culpa de la humedad y de los flashes de las cámaras.
Una momia de una niña abre y cierra los ojos
Rosalía
Lombardo tenía dos años cuando murió y su padre decidió momificarla para seguir
estando con ella. El cadáver estuvo escondido hasta hace muy poco tiempo que
fue encontrado en unas catacúmbas en Palermo. Según El Comercio, la persona que
la momificó fue Alfredo Salafia que por entonces era un famoso doctor que había
aprendido de los egipcios.
Los
investigadores aseguraron que la momia abría y cerraba los ojos todos los días
por lo que pusieron una cámara para ver qué era lo que estaba ocurriendo. Con
el tiempo y diversas investigaciones se dieron cuenta de que era una reacción
que tenía el cuerpo por culpa de los flashes de las cámaras y la humedad que
tenía el cuerpo todo el tiempo.