El hombre más tatuado del mundo, Rick Genest,
es la estrella de un comercial que busca presentar con un toque de dramatismo,
la efectividad de un maquillaje para cubrir imperfecciones de la piel.
Genest, que se hace llamar a si mismo Rico
Zombie, luce como un tipo completamente normal, más allá de un par de piercings
en la cara, que muchos podrían considerar incómodos, y solo se le puede
reconocer cuando las cámaras hacen retroceder el tiempo para revelar todo el
trabajo que fue necesario para cubrir todos sus tatuajes.