Al llegar a mi casa noté que no estaban mis padres,
no me pareció raro. Seguro tuvieron una reunión importante o salieron a alguna
parte, de todos modos, eso no me preocupaba mucho.
Después de un rato de estar viendo tele, algo que
había mostrado ser relajante para mí en estas situaciones, escucho abrir la
puerta; era mi madre y mi padre. Se miraban angustiados, mi madre me abraza de
inmediato y me parece escucharlos hablar; parecía importante, pero no entendía
nada. Caí inconsciente luego de poco, seguramente por mi “borrachera”.
Al amanecer estoy en mi cuarto, mi hermana me
despertó diciéndome: “Despierta dormilona”, típico de ella. Le mandé al carajo
y me fui a desayunar. Tenía la intención de ocupar el baño, pero mi madre se me
había adelantado. Es raro, pero creo que le escuché sollozar.
Me preparé cereal y dispuse a ver tele, todavía me
sentía mareada. Durante los comerciales escuché un llanto profundo, que seguí
quedando frente al cuarto de mi hermana. Al entrar, la vi tirada en el piso
llorando y le pregunté qué le pasaba, preocupada. “Hermana, te quiero mucho” me
dijo, y abrazó, “Recuerda que puedes contar conmigo para lo que sea” yo asentí
y ella se echó a llorar de nuevo, me pidió que le diera un momento; al parecer
no quería contarme que pasaba.
Totalmente confundida fui por mi madre que ahora
estaba en la cocina, sin más le pregunté que pasaba con mi hermana que estaba
en su habitación llorando. Ella abrió totalmente sus ojos y me miró atónita
“¿De qué diablos estás hablando?” Me responde, y entre lágrimas continúa “Hija,
tu hermana fue asesinada cuando iba a la casa de su amiga, te lo dije ayer
cuando estabas viendo la tele, ¿no recuerdas?”