El World Trade Center (WTC), fue una urbanización
neoyorquina del pleno centro de Manhattan formada por 7 edificios entre los que
estaban las famosas torres gemelas de Nueva York de 110 pisos y 417 metros de
altura (aunque una era unos 10 m. mayor que la otra). El 11 de Septiembre de
2001 sufrieron el mayor atentado terrorista de la Historia cuando dos aviones
de pasajeros fueron secuestrados y en sendos actos suicidas colisionaron con
ambas torres, que se incendiaron para acabar colapsándose por su propio peso.
Por los temblores del derrumbamiento cayeron otros tres edificios del World
Trade Center, dejando a los dos restantes parcialmente derribados. También
cayeron otros edificios colindantes y varios más resultaron seriamente dañados.
El desastre provocó la muerte de cerca de 3.000 personas (unos 400 entre
bomberos y policias que ayudaban a los civiles momentos antes del derrumbe).
Comparemos con el ataque de la aviación japonesa al puerto de Pearl Harbor en
Hawaii en Diciembre de 1941 que provocó unos 2.000 muertos y que determinó la
entrada de EE.UU. en la II Guerra Mundial (1939-1945). Otro avión secuestrado
fue estrellado el mismo fatídico día contra el Pentágono (centro militar en
Washington) provocando cerca de 200 muertos. Un cuarto avión, que se dirigía
supuestamente a la Casa Blanca, cayó en el bosque gracias a la oposición de los
pasajeros del mismo, pero no hubo supervivientes. El terrorífico atentado es
obra de un extremista islámico, el millonario saudí Bin Laden, afincado en
Afganistán, que aseguró que en EE.UU. no podrían vivir tranquilos mientras no
pudieran vivir en paz los Palestinos por culpa del apoyo de EE.UU. a la
opresión de Israel contra los palestinos.
Algunos intelectuales han visto el atentado como una crítica
al sistema de vida abusivo de los países ricos, con EE.UU. a la cabeza, y
especialmente al sentimiento de superioridad de ese país, visto desde los
países más pobres, oprimidos directa o indirectamente por el sistema económico.
Véase el caso del pueblo Palestino, humillado por Israel, en guerra durante
décadas y por lo que Israel ha sido recriminado por la opinión pública mundial,
excepto EE.UU., que se ha mantenido siempre como socio de Israel, a quien vende
todo tipo de armas y municiones. Como ejemplo, véase el resultado de la
Conferencia Mundial contra el Racismo en Durbam, Sudáfrica, a principios de
Septiembre 2001, donde tras las acusaciones de todos los participantes
afirmando que el sionismo israelita es una forma de opresión racista, ambos
países abandonaron la conferencia de forma conjunta y solitaria.
Por otra parte, el atentado demostró, según muchos
ideólogos, lo absurdo del proyecto del "Escudo Antimisiles" que el
presidente estadounidense Bush quiere instalar al precio de varios billones de
dólares, para pagar a la industria armamentística su apoyo electoral, igual que
pagó a la industria del petróleo incumpliendo sus promesas electorales para
proteger el Medio Ambiente. El "Escudo Antimisiles" puede evitar que
un misil impacte en los EE.UU., pero sus enemigos han demostrado preferir otras
tácticas.
Muchas voces, dentro y fuera de EE.UU., se han alzado para
condenar todo tipo de atentados terroristas, pero también para pedir Justicia y
no Venganza. Pues los bombardeos de EE.UU. sobre Afganistán en respuesta a los
atentados provocaron más injusticia y más muertes de inocentes. Una misionera
española en el país vecino Pakistán se preguntaba si un afgano vale para EE.UU.
menos que un trabajador de las torres gemelas. La Justicia debe ser,
forzosamente, pacífica para que pueda ser llamada así: Justicia.