El 10 de Abril de 1912 el segundo transatlántico más grande
de la clase Olympic, emprendió su primer viaje inaugural. El RMS Titanic, que
en inglés se llamaba Royal Mail Steamship Titanic, pretendía controlar el
negocio de los viajes transoceánicos de principios del siglo XX.
La construcción del Titanic empezó el 31 de Marzo de 1909 y
fue botado al mar el 31 de Mayo de 1911, para finalmente entrar en servicio en
1912. Este buque real era propiedad de la línea de viajes White Star Line,
construido en Belfast, Irlanda del Norte. Diseñado por Thomas Andrews para la
clase Olympic, la cual en su época se destacaba por el lujo, tamaño y avances
técnicos superiores a los de la competencia. Como el RMS Mauretania y el RMS
Lusitania de la línea Cunard, el Titanic sin duda fue el barco de pasajeros más
grande y lujoso de su periodo. Para su elaboración se usaron compartimentos
herméticos, los cuales dividían el casco en 17 secciones, cosa que se creía
podría mantenerlo a flote en caso de que el casco se rompiera.
El Titannic además poseía instrumentos para la telegrafía,
un innovador diseño de hélice de tres palas y sus instalaciones de primera
clase no tenían comparación con otros buques en lo que a lujos se refiere. Las
normas de seguridad exigidas por la legislación británica y norteamericana eran
cumplidas en su totalidad.
La tragedia inevitable
El placentero viaje del RMS Titanic tuvo un fin escabroso,
desde el 13 de abril el telégrafo Marconi comunico varios reportes de
avistamientos de icebergs flotando por la ruta trazada, pero que no fueron
tomados con la seriedad debida. El clima comenzó a enfriarse mientras se
acercaban a los grandes bancos de Terranova, el Capitán Smith alteró un poco el
curso para evitar los grandes icebergs. A una velocidad de 22 nudos, el Capitán
consultó con el vicepresidente de la compañía Bruce Ismay si podían reducir la
velocidad, pero este se negó porque deseaba hacer el mejor tiempo en su primer
viaje. En su último atardecer el 14 de abril, el Titanic navegaba por aguas
tranquilas, pero cerca de la media noche bajo un cielo estrellado, una helada
brisa cayó sobre el gran buque, como un gran mar negro del que no se podía
distinguir donde empezaba el cielo, el cual se presentó como un inconveniente
para avistar icebergs. La preocupación del veterano capitán lo llevó a ordenar
que se redoblen las guardias en los mástiles.
Frederick Fleet fue el primero en ver el iceberg desde su
posición en el mástil de vigía, Fleet se encontraba en el mástil vigía cuando
vio el iceberg frente a la proa a 600 metros, su grito de alarma fue escuchado
por James Paul Moody, el sexto oficial y la alarma rápidamente llegó al primer
oficial asignado William Murdoch, quien por instinto ordena moverse a todo
estribor y a parar las máquinas, seguido de una orden de reversa y que cierren
las puertas de contención del agua.
El iceberg al golpear el casco causó una entrada de agua de
casi 91 metros de longitud.
El Titanic comienza a virar, pero una parte submarina del
iceberg rasga el flanco de estribor por una distancia de 91 metros pies, esta
ruptura abrió completamente los 5 compartimientos delanteros. Tras pasar 15
minutos del impacto, la oficina de correos ya estaba inundándose, después de la
evaluación de daños de Thomas Andrews, quien lo había diseñado y acompañaba el
navio en su viaje inagural, el capitán Smith escucha las palabras que más
temía, tras revisar los daños en el navío de popa a proa, Andrews confirmó lo
inimaginable, la insumergible nave se hundiría en dos horas o menos, debido a
que 5 de sus compartimientos estaban abiertos al mar y la rajadura del casco al
lado de estribor era por lo menos de 91 metros de largo. Andrews reconoció que
nada se podía hacer para salvar al buque y le dijo al incrédulo capitán Smith:
“irá al fondo del Océano”.
Ante esta realidad Andrews se encargó de avisar a todos los
pasajeros que se pusieran sus chalecos salvavidas y subieran a la cubierta. El
miedo se apoderó de Andrews porque sabía que no había suficientes botes para
todos los pasajeros, por ello insistió en llenarlos lo máximo posible. Thomas
Andrews fue visto por última, observando con indiferencia lo que sucedía a su
alrededor, su mirada posada sobre el cuadro Aproximación al Nuevo Mundo,
pintura ubicada en la chimenea del salón de fumadores de primera clase. El RMS
Titanic se hundió dos horas después del tiempo estimado que Andrews dio, su
cuerpo jamás fue recuperado, convirtiéndose en una de las 1.500 personas que
perdieron la vida en el naufragio.
Con la responsabilidad de más de dos mil personas, el capitán
Edward Smith lleva la posición del Titanic hacia el cuarto de radio, dando el
papel a Jack Phillips para que envié la señal de auxilio. Manteniendo la calma
para evitar el pánico entre los pasajeros, el capitán instruyó a sus oficiales
para que se preparen a abandonar la nave.
El lunes 15 de abril, pasada la media noche, se ve como la
cancha de squash a 32 pies sobre la marca del nivel del mar, está inundada.
Gran parte de las calderas han sido apagadas e intimidantes nubes de vapor
surcan por el oscuro cielo, es en ese momento que el capitán ordena descubrir
los botes salvavidas y cargarlos con los pasajeros y la tripulaci
La Evacuación
Lamentablemente sólo había espacio suficiente para 1.178
personas. Durante la madrugada los miembros de la tripulación del navío
Californian observan las luces de un buque a vapor y varios cohetes, pero no le
dan importancia. Las señales de auxilio del Titanic son escuchadas por los
barcos vecinos y acuden en su rescate, entre ellos el navío Carpathia,
comandado por el capitán Arthur Rostron, su nave estaba a 58 millas al sudeste
de la ubicación del Titanic en el momento de su hundimiento.
El capitán Smith ordena a sus hombres a cargar los botes
salvavidas con mujeres y niños, orden que fue seguida al pie de la letra por el
oficial Charles Lightoller, mientras que el intendente George Rowe dispara el
primer cohete bajo la dirección de Boxhall, el cual explota a 800 metros
esparciendo doce estrellas brillantes, al mismo tiempo usan la lámpara Morse,
pronto ven a un navío acercarse, pero este desaparece.
Dentro de todo el caos y el pánico que se posó sobre las
personas la banda de Wallace Hartley, comenzaron a tocar alegres tonadas en el
salón de primera clase en la cubierta “A”, quienes continuaron tocando hasta el
final del hundimiento, todos ellos perdieron la vida.
Cuando la inclinación de la cubierta se hace más
pronunciada, las lanchas empiezan a ser cargadas con más pasajeros, pero muy
lentamente y es aquí cuando el miedo a la muerte cunde entre las personas.
Pronto se escuchan tres disparos de advertencia hechos por el oficial Lowe,
para mantener la calma dentro del caos cuando un grupo de pasajeros nerviosos
intentan saltar a un bote que ya no tenía más espacio. Por otra parte los
mensajes de Phillips son más desesperados “Nos estamos hundiendo rápido y no
podemos durar más”. De repente el rico y excéntrico pasajero Benjamin
Guggenheim y su sirviente Victor Giglio regresan a sus camarotes y se visten
con sus mejores trajes explicando “Nos hemos arreglado con lo mejor y estamos
preparados para morir como caballeros”. Cuando las agujas del reloj marcan la
01:40 am, muchos de los botes salvavidas ya han sido bajados y finalmente la
cubierta delantera es invadida por el frio mar.
El Rescate de los
Supervivientes
Los llantos y gritos de los supervivientes crecían en número
y angustia, este atormentador sonido continuó por un tiempo, pero al final
encontraron misericordia al morir congelados en las frías aguas del Atlántico
en vez de una angustiosa muerte por ahogamiento. Uno de los supervivientes,
Lightoller, logró trepar a un bote girado y pudo contemplar más de cerca el
macabro espectáculo.
A las tres y media de la mañana, el Carpathia, primer barco
que pudo acercarse a prestar ayuda, dispara sus primeros cohetes señalando su
posición y alumbrando la zona del siniestro, los supervivientes reciben una luz
de esperanza en lo que parecía una eterna penumbra. Cerca del amanecer aparece
el Californian para asistir al capitán Rostron, el último en abordar el
Carpathia es Lightoller, para partir de inmediato a Nueva York. El Carpathia
llevaba solamente 705 sobrevivientes de un estimado de 1522 personas perdidas.
Entre las persons que lograron salvar la vida estaba Bruce
Ismay quien envió un mensaje a la línea White Star:
“Lamento profundamente el hundimiento del Titanic, esta
mañana después de chocar con un iceberg, resultando en la perdida de muchas
vidas, detalles completos después…”
Las mujeres y los niños primero.
1.523 Muertos en el Hundimiento
La velocidad con la que la noticia de que un iceberg había
chocado contra el Titanic, llegó con una hora de inmediatez a Nueva York, sin
embargo fue tomada como una broma por algún operador de radio, pero sólo el
diario “New York Times” anuncio más detalladamente la tragedia. Pocos días
después la línea White Star contrató a la compañía Mackay-Bennet que zarpó de
Halifax el miércoles 17 de abril de 1912, a los dos días del hundimiento y
durante los días siguientes entre el 21 y 26 de abril, fueron rescatados los
cadáveres congelados que flotaban por la zona del hundimiento, un total de
2,228 personas iban a bordo del Titanic, de las que sobrevivieron alrededor de
705 pasajeros y tripulantes, tristemente solo se recuperaron 306 cuerpos.
Las circunstancias que rodearon a esta tragedia y la
atención mundial que su naufragio atrajo, determinaron que el terrorífico
hundimiento del Titanic es considerado como uno de los naufragios más famosos
de toda la historia, con un total de 1523 pérdidas humanas.
El capitán del Titanic nunca abandonó el barco y mantuvo la
calma en la evacuación, organizando y dando órdenes para salvar el máximo
número de vidas posibles.
Héroes de una catástrofe
El capitán Edward John Smith, nació en Stoke-on-Trent, Inglaterra,
27 de enero de 1850 y falleció el 15 de abril de 1912 en el Océano Atlántico.
Se recuerda como una persona respetada y admirada por los miembros de su
tripulación, poseía una extraña caballerosidad y autoridad especial. Visto como
un viejo lobo de mar, en efecto era un líder para sus hombres, los pasajeros y
aristócratas hablaban bien de su persona, reconocido por qué no corría riesgos
innecesarios y sabía manejarse inteligentemente durante las cenas con
invitados.
Los sobrevivientes describen el temple de Smith en sus
momentos finales, donde no mostraba nerviosismo, existen varias especulaciones
sobre su fallecimiento. Unos dicen que vieron al capitán con un niño en sus
brazos que nadaba cerca él, otras versiones coinciden que Smith se encerró en la
timonera y se disparo en la cabeza, incluso otros testimonios relatan verlo
nadar y gritar: “Sed ingleses… Sed valientes”
El segundo oficial Charles Herbert Lightoller, nació el 30
de marzo de 1874 en Chorley, Lancashire, Inglaterra. En el año de 1900 empezó
su carrera como marino trabajando para un hombre llamado E.J Smith, Charles era
descrito como un hombre alto, bronceado y con voz suave. Con sus palabras este
oficial describe sus memorias sobre esa noche: “Lo que recuerdo acerca de esa
noche… lo que me acordaré mientras viva, es la gente gritando y llorando se
decían el uno al otro te quiero en el momento que la popa comenzó a hundirse.”
En una entrevista con el senador Smith, este le preguntó a Lightoller:
“¿A qué hora abandonó la nave?, Lightoller respondió: “Yo no
la dejé”, entonces el senador intrigado inquirió: “¿Entonces la nave lo dejó a
usted?
Lightoller lo observó y respondió: “Si, señor”, las hazañas
de Lightoller no terminaron ahí, durante la Primera Gran Guerra fue asignado
como Comandante en la Marina Real Británica, sirvió en dos barcos de pasajeros
que fueron convertidos en portaviones, por su desempeño recibió una
condecoración.
El honorable oficial Lightoller murió el 8 de Diciembre de
1952 como consecuencia de una cardiopatía, su cuerpo fue incinerado y sus
cenizas fueron esparcidas en Mortlake Crematorium Richmond, Londres. Sus
camaradas lo recuerdan y describen como un excelente oficial y gran marinero.
La verdad de Jack
Thayer
En 1985 se formó una expedición para recuperar un submarino
nuclear hundido en la Guerra Fría, la expedición fue dirigida por Robert
Ballard y financiada por la Marina de Estados Unidos. Durante la búsqueda se
toparon con algo grande y legendario, el Titanic, en esta investigación se
descubrió que el gran navío no estaba entero si no que estaba partido en dos.
Lo extraño del caso es que ningún superviviente a excepción
de Jack Thayer recuerda este suceso; de acuerdo a los dibujos de la época el
barco se hundió en una sola pieza con la popa al aire.
Jack relataba su historia ordenando sus recuerdos, en ella
decía que el barco parecía estar rodeado por un resplandor que sobresalía en la
fría noche. La masa de personas a bordo se movía apresuradamente hacia el lado
flotante. El ruido era fuerte y continuo, cuando de repente se escuchó un gran
estruendo y toda la estructura del buque parecía haberse dividido y la punta de
la proa señalaba al cielo. Cuando esta partió, varias chispas salieron y
finalmente la proa cayó, sentí que iba a caer encima mío pero falló por 6 a 9
metros. Sin embargo lo más aterrador fue la succión, Jack no recuerda cuanto
tiempo paso luchando para poder salir a la superficie.
Cuando al fin Jack llegó a la superficie una gran ola lo
empujó y lo dejó cerca de varias partes flotantes del desastre, recuerda haber
alzado su mano por encima de su cabeza y vio a varios hombres en un bote. Al
gritar por ayuda, uno de ellos, un corredor de bolsa lo ayudó a subir y en ese
poco tiempo pudo ver como el fondo del mar estaba cubierto por más de treinta
hombres, fue ahí cuando Jack pudo observar la nave.
Jack pudo ver como la cubierta giraba hacia ellos, recuerda
a grupos de centenares de personas abordo, sujetándose desesperadamente a lo
que sea. Pronto empezaron a caer en masa, en pares o solos.
El casco del Titanic aún permanece sumergido en las frías
aguas del Atlántico. Se ha podido comprobar que el barco se partió literalmente
en dos
Cuando la gran nave se partió en dos finalmente se levantó a
76 metros del mar hasta llegar a un ángulo de 75º, momento en el que hizo una
pausa que parecía ser eterna, pronto la cubierta giró poco a poco, como para
esconder la horrible escena que presenciaron. Jack miró hacia arriba y se dio
cuenta que estaban justo debajo de tres enormes hélices y por un instante pensó
que les caerían encima, pero al final se sumergió silenciosamente en el mar,
lejos de su bote. Jack Thayer se volvió famoso por su relato y sus dibujos
sobre el naufragio.