Una novedosa
técnica permite a los médicos extraer la sangre de un paciente para
reemplazarla con una solución salina que logra enfriar el cuerpo y reducir su
metabolismo.
La técnica será empleada en un total de diez pacientes, cuyas heridas serían seguramente mortíferas de no ser intervenidos a tiempo con el nuevo método de animación suspendida, lo que permitirá a los cirujanos ganar un margen de sobrevida considerable para realizar las operaciones pertinentes. Así como en las películas de ciencia ficción, la animación suspendida consiste en el enfriamiento del cuerpo humano mediante el reemplazo de la sangre por una solución salina fría. La disminución de la temperatura del cuerpo ayuda a reducir las funciones metabólicas hasta prácticamente detenerse, especialmente el consumo de oxígeno.
“La verdad es
que estamos suspendiendo vida”, declaró el Dr. Samuel Tisherman a la revista
New Scientist. “No nos gusta calificarlo de animación suspendida porque suena
como a ciencia ficción. Le llamamos, por ello, preservación y resucitación de
emergencia”.
La técnica
fue elaborada por el Dr. Peter Rhee, a base de experimentos realizados
exitosamente con cerdos durante el año 2000. Mientras que los cerdos tratados
sin manipulación de temperatura perecieron, los que fueron puestos en animación
suspendida lograron una tasa de sobrevida del 90 por ciento, sin consecuencias
negativas.
La suspensión
sólo será incluida en el protocolo de procedimientos para casos de emergencia
que involucren pacientes con paro cardíaco por lesión severa o traumática, con
la cavidad pectoral abierta, o que hayan perdido al menos la mitad de su
sangre. En definitiva, pacientes con lesiones cuyas tasas de supervivencia no
superan el 7 por ciento