El gigante tecnológico Google mostró hoy por
primera vez un modelo de vehículo autónomo, capaz de circular sin ser conducido
por un humano, diseñado por la propia empresa y que carece de elementos como el
volante o los pedales de freno y acelerador.
Sin embargo, el modelo presentado hoy con una
entrada en el blog oficial de la compañía ha sido diseñado por Google con la
única finalidad de que se conduzca solo y no permite en ningún caso el manejo
convencional.
"(Los vehículos autónomos) no tendrán
volante, ni acelerador, ni pedal del freno porque no los necesitarán. Nuestro
software y los sensores se encargarán de todo el trabajo", indicó el
director del proyecto de vehículo autónomo de Google, Chris Urmson.
El prototipo presentado por Google es
eléctrico, dispone únicamente de dos asientos, es pequeño y muy compacto y
tiene una apariencia de lo más futurista.
"Los vehículos serán muy básicos -queremos
aprender de ellos y adaptarlos tan rápido como sea posible- pero te llevarán a
donde quieras ir pulsando simplemente un botón", apuntó Urmson.
Este botón de arranque, junto a otro para
realizar una parada de emergencia, son los únicos puntos de interacción física
del pasajero con el coche, que se controlará a partir de una aplicación para
móvil en la que el usuario seleccionará el destino final.
Google, que asegura que ha priorizado ante todo
la seguridad en el diseño de estos modelos, planea construir un centenar de
prototipos que empezarán a probarse este mismo verano y, "si todo va
bien", la idea de la compañía es llevar a cabo un programa piloto en California
en los próximos años.
Desde hace aproximadamente un año, otros
vehículos de Google que se conducen solos pero aceptan que un humano pueda
tomar el control sobre ellos en caso de emergencia -los Lexus RX450h equipados
con sensores- han estado circulando por las calles de Mountain View
(California, EE.UU.), donde el gigante tecnológico tiene su sede.
En todos los kilómetros que estos vehículos han
recorrido hasta la fecha siempre ha habido un conductor humano sentado frente
al volante, listo para, de salir algo mal, poder tomar las riendas del
automóvil.
Según Google, sus coches sin conductor no han
registrado ningún accidente mientras el vehículo se ha conducido
automáticamente.