El pescador indonesio que se hizo famoso en todo el mundo como el “hombre árbol” ha regresado a su hogar después de finalizar con éxito la cirugía para remover las excrecencias parecidas a cortezas de árbol que cubrían su cuerpo.
Dede11 Dede Koswara tenía
verrugas, que eran casi piedras, que le quitaron de su cara, brazos y piernas y
ahora es capaz de vivir de forma independiente por primera vez desde su
adolescencia.
De 37 años de edad, se le ha
permitido salir del hospital en Java Occidental, donde tuvo nueve operaciones
para eliminar el 95 por ciento de los crecimientos, conocidos como cuernos
cutáneos.
En una conferencia de prensa Dede
expuso su nueva capacidad de agarrar un bolígrafo, una hazaña que Dede12
anteriormente habría sido imposible con sus manos cubiertas de “raíces” de un
pie de largo.
Su rostro, que había estado
cubierto por grandes verrugas, parece claro aparte de unas pocas manchas.
Dede13 Él celebrará el Ramadán, el
festival de ayuno islámico, con su familia, antes de regresar al hospital para
una cirugía adicional para recortar sus verrugas restantes.
“Él no puede ser 100 por ciento
curado, pero su calidad de vida ha mejorado. Si una vez Dede14 dependía de
otros para hacer sus actividades, ahora él puede comer por sí mismo, utilizar
su mano para escribir, usar el teléfono celular”, dijo Rachmad Dinata, uno de
los médicos que ha tratado a Dede en el hospital provincial de Hasan Sadikin.
“Nosotros lo enviamos a casa para
que pueda reunirse con su familia una vez más, sobre todo por el arribo del mes
de ayuno. Mentalmente le ayudará al proceso de curación”.
La difícil situación de Dede llamó
la atención del mundo el año pasado después de que Dede15 Telegraph.co.uk
informó de que un médico americano afirmaba que había identificado su
enfermedad, y propuso un tratamiento que podía transformar su vida.
Los verdugones parecidos a ramas
que cubrían su cuerpo fueron causados por el Dede16 virus del papiloma humano
(VPH) que dañó el sistema inmunológico de Dede y le impidió combatirlo, según
el Dr Anthony Gaspari, de la Universidad de Maryland.
Después de la publicidad generada
por el artículo y un documental de televisión, intervino el gobierno indonesio
para acelerar su tratamiento.
Asimismo, expresó sus esperanzas
para el futuro. “Lo que realmente quiero es estar mejor y encontrar un trabajo.
Para entonces, un día, ¿quien sabe? Encontrar una chica y casarme”, dijo.
Los médicos le han advertido que
las verrugas pueden crecer de nuevo, pero su condición ya no pone en peligro su
vida.